Desperdicio Alimentario

Desperdicio alimentario

Mientras el hambre en el mundo aumenta, se estima que un tercio de la producción mundial de alimentos se pierde o desperdicia cada año a lo largo de la cadena alimentaria (producción, distribución  y consumo). En España 7,7 millones de toneladas de alimentos se tiran a la basura al año, es decir, 175,9 kg de alimentos por persona y año. De los cuales, 60 toneladas corresponden a la comunidad de Castilla La Mancha.

Desperdicio comida

Aunque a día de hoy no existe un consenso oficial para definir el término “desperdicio alimentario”, la Organización Mundial para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hace la diferenciación entre pérdida de alimentos, entendiéndola como la disminución  en la calidad o cantidad de los alimentos que por diferentes causas se pierden en la cadena de suministro desde su producción hasta que llega al mercado, y desperdicio alimentario como la pérdida de alimentos que aun siendo aptos para su consumo son descartados como resultado de las decisiones y acciones de los minoritas, proveedores de servicios alimentarios y consumidores.

Es este último concepto es el que se relaciona con una inadecuada gestión y manipulación de los alimentos y con los malos hábitos que los ciudadanos tenemos a la hora de comprar y consumir.

Esta falta de gestión responsable y sostenible sobre lo que generamos, transportamos, compramos, consumimos y desechamos, es la que nos lleva a las elevadas cifras de comida desperdiciada que tiende a aumentar drásticamente cada año que pasa, generando una serie de problemas y dificultades en el funcionamiento global a todos los niveles:

  • Los problemas ambientales que genera el desperdicio alimentario son evidentes si hablamos desde el punto de vista del agotamiento de los recursos naturales que dan sustento al sistema de producción, como por ejemplo, el suelo y el agua. Sin embargo, existen otra serie de problemas asociados indirectos que no son tan evidentes y no por ello se les debe prestar menos atención. Entre estos problemas indirectos se encuentran la generación y liberación a la atmósfera de grandes cantidades de GEI, la pérdida de biodiversidad, etc.
  • Al desperdiciar y perder alimentos, se desperdician y pierden también los recursos económicos empleados para su producción, transporte y adquisición. Además, conlleva variaciones de precios en el mercado que afectan de forma directa a todas las personas implicadas en la cadena.
  • Y por último, los problemas sociales ocasionados tanto de forma directa como de forma indirecta por las diferencias que las personas tiene en el acceso a los alimentos, en la calidad variable de estos y en su reparto a lo largo de todo el mundo.

Entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) descritos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se encuentran detallados algunos objetivos encaminados a poner solución a los problemas especificados anteriormente ocasionados por la pérdida y el desperdicio alimentario. Estos ODS son:

1.   Hambre Cero

12. Producción y consumo responsable

13.  Acción por el clima

Objetivos Desarrollo Sostenible

El alcance de estos objetivos son responsabilidad de todos: gobiernos, instituciones, empresas privadas y, por supuesto, consumidores.

Es imprescindible la colaboración conjunta para conseguir una producción y consumo responsable, así como un sistema alimentario sostenible desde todas las fases de la cadena de distribución alimentaria por medio de la economía circular y un modelo de sociedad que use y optimice los stocks de una manera sostenible y cuyo objetivo sea la eficiencia del uso de los recursos aplicando la regla de las 4R (Reducir, Reutilizar, Redistribuir y Reciclar).

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